DIMITRI

Presentación

Soy Dimitri Bodiansky. Empecé mi carrera profesional con la música. Luego fundé una empresa de producción audiovisual.

En 2014, me centré en la arquitectura y en la gestión de proyectos. Aprendí el oficio y le cogí el gusto. Ahora tengo mi propia empresa.

¿Sus retos diarios?

En primer lugar, siempre enfoco los proyectos desde el punto de vista de su funcionalidad. Me centro en el cliente, en para quién es el proyecto. Escucho mucho. Cada idea tiene que ser la adecuada para cada cliente.

Hago un proyecto personalizado según los gustos, las preferencias, el modo de vida de cada uno... Al final de cada proyecto, lo más importante es que mis clientes se sientan cómodos en su nuevo espacio.

Decidí que este era el concepto de "la casa sonriente".

El siguiente reto es ser proactivo y aportar soluciones rápidamente. Trabajo con otros profesionales, empresas y subcontratistas. Por lo tanto, el rigor y la organización son esenciales.

¿Por qué iMapper?

Yo solía hacer los levantamientos de forma manual, con un montón de herramientas. Siempre buscaba soluciones que me permitiesen mejorar la precisión y el tiempo. Las soluciones que encontraba eran demasiado caras para el tamaño de mi empresa.

iMapper me convenció por su precio, su funcionalidad, su eficacia y su precisión. Vi un anuncio en Instagram. En el sitio web de iMapper, miré las reseñas, así como las características. Era una herramienta que me proporcionaba justo lo que necesitaba.

Me puse en contacto con el servicio, recibí el iMapper y lo probé. Puedo afirmar que es realmente eficaz.

¿Cómo ha sido el trabajo de levantamientos con iMapper?

Antes empleaba mucho tiempo y concentración para cada proyecto. He invertido mucho dinero en herramientas de medición, desde cintas métricas hasta escuadras digitales y metros láser cada vez más sofisticados.

En el mundo de la rehabilitación y las reformas, los planes actuales que nos proporcionan los clientes son siempre erróneos. Intentaba dar el 200%, pero no podía medir con precisión. Era muy frustrante no saber el grosor de un muro o el ángulo exacto entre muros.

Recibía planos que no eran correctos. Al final siempre utilizaba un pasillo o una habitación pequeña para compensar la falta de medidas.

¿Cuál es la situación actual?

Para cada nuevo proyecto, traigo el iMapper. Lo pongo en su trípode en los lugares que he marcado. Me aseguro de que cada exploración sea horizontal. Y comienzo a tomar mis lecturas. La fase de exploración es bastante rápida.

Obtengo datos que son los correctos. Subo estos datos a la interfaz en línea, que además es muy fácil de usar. Y luego creo los planos y desarrollo el proyecto.

Dibujo todo siempre al detalle (carpintería, cocinas, baños...) Así que necesito un levantamiento extremadamente preciso y exacto.

Con iMapper puedo avanzar muy rápidamente.

¿Qué le diría a otras empresas para convencerlas de que utilicen iMapper?

Se trata de una solución francesa. Para mí, esto no es insignificante.

El equipo de iMapper es muy accesible. Siempre que necesito ayuda, responden al teléfono. También estamos integrados en una comunidad de arquitectos y gestores de proyectos que enriquecen las soluciones. El ambiente es agradable.

En segundo lugar, el precio es más que asequible. En menos de un año, el iMapper está más que amortizado.

La precisión es inigualable. La precisión de las mediciones permite ser más rápido, pero también ahorrar mucho tiempo que puede ser utilizado para la reflexión y la creatividad.

Esta es una de las herramientas que ya no uso.

Todo el equipo cabe en mi bolsa. Es muy práctico.

¿Cuáles son los beneficios financieros?

En mi opinión, la solución no tiene en absoluto un precio desorbitado, ni siquiera para el tamaño de mi empresa. El aparato se amortizó en un año. La suscripción a la plataforma online también es muy razonable.

¿En resumen?

El iMapper se ha convertido en el compañero que utilizo al inicio de cada proyecto. Forma parte de mi proceso arquitectónico.

Ya no tengo más levantamientos con fallos que corregir. Es una presión menos el saber que no habrá errores.

A lo largo del proceso de construcción, podemos dar respuestas a los clientes, incluso mostrarlas en directo en el ordenador.

Esto ahorra tiempo, precisión y, por tanto, dinero.