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La arquitectura es la construcción con una dimensión poética.
Mi principal reto diario es mantener la calidad arquitectónica. Hay que ser capaz de responder con mucha precisión a la petición del cliente y, al mismo tiempo, dejar tiempo para seguir siendo creativo e innovador. Esto me obliga a ser muy organizado y aoptimizar mi tiempo.
Desde mis estudios, me he enfrentado a proyectos de monumentos históricos y antiguos. Solía utilizar una herramienta que me permitía medir puntos en el espacio desde un punto fijo. Pero en cuanto oí hablar del iMapper comprendí inmediatamente que era la herramienta adecuada para mí: tecnología innovadora, sencillez y rapidez.
Hacía mis mediciones como la mayoría de los arquitectos de hoy: con un medidor láser y un dibujo. Por desgracia, tenía que volver varias veces al lugar de las mediciones porque el primer diagnóstico nunca era lo suficientemente preciso.
Ya he podido inspeccionar una estructura y comprender las deformaciones estructurales gracias a iMapper. Además de ser rápido, iMapper me permite tener un diagnóstico real, especialmente en edificios antiguos.
Hoy en día, existen dos gamas de productos en el mercado de la topografía: los que realizan mediciones bastante básicas, como los medidores láser, o, por el contrario, herramientas escandalosamente caras y complejas que, eso sí, funcionan de forma autónoma. iMapper es lo mejor de ambos mundos: sencillez, precisión, autonomía y asequibilidad.
Pulsas un botón y obtienes tu levantamiento. ¡Es genial!